Hablar de qué ocurre tras el fallecimiento de un ser querido es un tema delicado, pero cada vez más familias se enfrentan a la decisión entre cremación e inhumación. Ambas opciones tienen matices que van desde lo emocional hasta lo económico, pasando por aspectos legales y medioambientales. Tomar una decisión informada ayuda a que todo sea más llevadero y por eso resulta útil comparar seguro de decesos online para elegir el que más se adapte a tus necesidades y deseos, ya que no solo permite tener una previsión económica clara, también brinda tranquilidad al saber que los detalles estarán cubiertos. Conocer las cifras actuales, los precios medios y las alternativas sostenibles es fundamental para elegir con calma qué opción encaja mejor con lo que uno desea. Continúa leyendo este artículo de EcologíaVerde para conocer más al respecto.
Cifras actuales de cremación e inhumación en España
En los últimos años, España ha experimentado un cambio notable en las preferencias funerarias. Mientras que hace unas décadas la inhumación era prácticamente la norma, ahora la cremación ha ganado un terreno importante. Según los datos más recientes, en 2023 se produjeron más de doscientas mil cremaciones en todo el país, lo que equivale a casi la mitad de las defunciones registradas en ese periodo. La cifra exacta se situó en torno al 47,78 %, mientras que las inhumaciones representaron el 52,22 %. Si miramos la tendencia, se ve claro que cada año más familias se inclinan por la incineración, lo que responde tanto a motivos económicos como a cuestiones prácticas y emocionales. En ciudades grandes, donde los cementerios tienen espacio limitado, la cremación se percibe como una solución más flexible, mientras que en zonas rurales aún predomina el entierro tradicional por arraigo cultural y religioso.
Diferencias de precios entre cremación e inhumación
Cuando hablamos de dinero, la diferencia no es tan grande como podría parecer a primera vista, aunque sí existe un pequeño ahorro en la cremación. El coste medio de un entierro en España ronda los 3.700 euros, mientras que la cremación se sitúa ligeramente por debajo, alrededor de 3.600 euros. La clave está en los detalles: las tasas de cementerio, la compra o concesión de un nicho, el mantenimiento de la sepultura y la lápida encarecen la inhumación a largo plazo. En el caso de la cremación, aunque hay que contar con el precio de la urna y del servicio de horno crematorio, los gastos posteriores suelen ser menores. En ciudades como Málaga, por ejemplo, el servicio de cremación puede superar los 800 euros, mientras que una inhumación básica en el cementerio se aproxima a los 550 euros, a lo que después habría que añadir otros extras que marcan la diferencia final.
Factores que influyen en los costes funerarios
La variación de precios entre una ciudad y otra es enorme y responde a múltiples factores. En Madrid, por ejemplo, la parte del servicio de cementerio puede dispararse por encima de los dos mil euros, mientras que en otras localidades pequeñas el coste no llega a los trescientos. Influyen aspectos como las tasas municipales, el tipo de féretro elegido, la duración de la concesión del nicho y, por supuesto, los servicios adicionales contratados en el tanatorio. Un féretro fabricado con maderas nobles o un diseño más elaborado puede aumentar considerablemente el precio final. También entran en juego los traslados, las ceremonias religiosas o laicas, la ornamentación floral y las gestiones administrativas. Por eso, muchas familias optan por prever estos gastos con seguros de decesos, que facilitan tener cubiertas tanto las partidas principales como los pequeños detalles que, sumados, incrementan el presupuesto de forma significativa.
Opciones verdes y funerales sostenibles
Más allá de la elección entre cremación o inhumación, cada vez cobra más protagonismo la posibilidad de despedirse de manera sostenible. Los funerales ecológicos están en auge y ofrecen alternativas respetuosas con el medio ambiente que resultan muy atractivas para quienes desean dejar un legado más responsable. Existen urnas biodegradables que se integran con la tierra y que incluso pueden combinarse con semillas para dar lugar a un árbol en memoria del difunto. También se utilizan urnas hidrosolubles, diseñadas para disolverse en el agua sin dejar residuos contaminantes. En cuanto a los ataúdes, hay opciones elaboradas en cartón reciclado o materiales sin barnices tóxicos, que favorecen una descomposición natural. En algunos cementerios ecológicos, como el de Roques Blanques en Barcelona, se ofrecen espacios verdes donde las cenizas se depositan en jardines de reposo o bosques de especies mediterráneas, logrando un entorno más armónico y menos industrializado que los cementerios convencionales.
Innovaciones en cementerios y servicios ecológicos
La apuesta por lo verde no se limita a urnas o ataúdes. Algunas funerarias están incorporando coches fúnebres eléctricos para reducir las emisiones y muchos crematorios cuentan ya con filtros avanzados para disminuir el impacto de gases contaminantes. También proliferan proyectos como bosques memoriales privados, donde las familias pueden plantar un árbol con las cenizas de su ser querido y acudir después a visitarlo en un entorno natural. Estos servicios ofrecen una experiencia muy diferente a la de un nicho tradicional y generan un vínculo emocional con el medio ambiente. En paralelo, surgen iniciativas de plantación simbólica de árboles en nombre del difunto, lo que añade un gesto de recuerdo con un valor añadido para el planeta. Aunque en España la regulación todavía avanza más despacio y no todas las comunidades permiten lo mismo, la demanda creciente está empujando a que las opciones sostenibles sean cada vez más accesibles y reconocidas oficialmente.
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