Curiosidades sobre los leones marinos

A menudo confundimos los leones marinos con las focas, pero podemos decir que son como primos, no como gemelos. Los leones marinos tienen orejas externas visibles y pueden caminar con sus aletas delanteras, lo que los hace más ágiles en tierra. Las focas, en cambio, no tienen orejas visibles y se deslizan torpemente sobre su vientre.

Te animamos a conocer más sobre este tema en nuestro artículo sobre la Diferencia entre foca, león marino y morsa.

La gestación de estos animales marinos dura alrededor de 11 meses. La hembra da a luz a una sola cría en zonas tranquilas, ya sea en la costa o en instalaciones adaptadas si están bajo cuidado humano. Los leones marinos nacen en playas tranquilas, no en el agua. La madre busca un lugar seguro, seco y protegido donde la cría pueda descansar, recibir cuidados y alimentarse sin riesgo de ahogarse. Una vez que la cría es lo suficientemente fuerte y su pelaje está preparado para el frío, la madre le enseñará a nadar y empezará a explorar el agua bajo su supervisión.

Cuando la cría nace, pesa entre 8 y 10 kg y depende completamente de su madre, que la cuida y la alimenta con una leche rica en grasas que le permite crecer rápido y mantener el calor en el agua fría.

Y hablando de nacimientos… Loro Parque está de celebración. Este mes de julio, en sus instalaciones de Tenerife, ha nacido una cría macho de león marino californiano, hijo de Brisa, una de las 7 hembras que vive en la Embajada Animal.
El pequeño, de 9 kg al nacer, llegó al mundo en un parto que sucedió de forma totalmente normal en una instalación especialmente adaptada.

Este nacimiento no solo es motivo de alegría, sino también una muestra del alto nivel de bienestar y cuidado que tienen estos animales en el parque. Desde 1987, Loro Parque ha logrado 26 nacimientos de leones marinos, consolidándose como referente internacional en su reproducción bajo cuidado humano.

El nacimiento de la cría de Brisa no solo suma una vida más, sino también un recordatorio del papel crucial de centros como Loro Parque en la educación, la conservación y la protección de las especies marinas.

Estos animales pueden nadar a más de 35 km/h y bucear a profundidades superiores a los 200 metros. En el agua son pura elegancia y energía, capaces de girar, saltar y deslizarse con una destreza que parece coreografiada, tanto que recuerdan a los delfines.

Aunque parezca increíble, los leones marinos tienen una capacidad pulmonar y un control del oxígeno extraordinarios. Cuando se sumergen, su cuerpo reduce el ritmo cardíaco y desvía el flujo sanguíneo hacia los órganos vitales, lo que les permite aguantar la respiración hasta 10 o 15 minutos bajo el agua.

Además, sus músculos almacenan grandes cantidades de mioglobina, una proteína que actúa como reserva de oxígeno. Gracias a esto, pueden explorar profundidades y perseguir peces con una resistencia increíble.

Sí, literalmente. Los leones marinos pueden aplaudir con sus aletas mientras nadan, produciendo un sonido seco y fuerte que sirve tanto para comunicarse como para mostrar dominio. Este curioso comportamiento, observado sobre todo en los machos, es una forma de lenguaje corporal que demuestra su fuerza y coordinación.

Su nombre no es casualidad: el potente ladrido o rugido de un león marino macho puede escucharse a varios kilómetros de distancia. Estos sonidos no son solo advertencias o llamados de atención, también sirven para reconocer a otros miembros de la colonia. Cada individuo tiene un tono y ritmo únicos.

Los leones marinos viven en grandes colonias donde se establecen jerarquías muy marcadas. Los machos dominantes forman harenes de hembras y los defienden con fiereza, especialmente durante la temporada de reproducción. A pesar de su aspecto imponente, son criaturas curiosas, juguetonas y muy sociables entre sí.

Aprenden con facilidad, reconocen gestos humanos y pueden realizar tareas complejas. Su inteligencia ha permitido a los investigadores entrenarlos para misiones científicas y de rescate, e incluso distinguir letras y figuras. En los zoológicos y acuarios, esta capacidad se aprovecha para su enriquecimiento ambiental.

Como los delfines, los leones marinos pueden dormir con la mitad del cerebro despierta. Esto les permite descansar sin dejar de estar atentos a posibles depredadores. A menudo se les ve flotando con una aleta fuera del agua, una postura que también les ayuda a regular la temperatura corporal.

Hay varias especies de león marino que están en peligro de extinción o cerca de este, mientras otras no lo están y disfrutan de más estabilidad. Así, en general, los leones marinos enfrentan desafíos importantes, aparte de sus depredadores naturales. Estas amenazas son: la sobrepesca, la contaminación y el calentamiento global alteran sus hábitats y sus fuentes de alimento. Por eso, cada nuevo nacimiento, tanto en libertad como bajo cuidado humano, representa una esperanza para su conservación.

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