Delfín mular

• El delfín mular tiene un hocico largo y angosto, en comparación con otras especies de delfines, que le da el nombre común de delfín nariz de botella. No es realmente su nariz, porque el hocico solamente está formado por la mandíbula superior e inferior. La verdadera "nariz" es el orificio que tiene cerca de la espalda. Por ahí toma el oxígeno y libera el CO2 de la respiración.
• Desde este orificio, llamado espiráculo, hasta el hocico, tiene una protuberancia larga.
• Su piel es grisácea por arriba con el vientre claro, que le ayuda a camuflarse según desde donde se mira. Además, la piel es brillante y lisa.
• El tamaño del delfín mular clasifica como de talla mediana. Miden siempre menos de 3 metros de largo, aunque hay casos excepcionales de 3,5 metros. El peso del delfín mular es proporcional, pesando entre 150 y 200 kilos.
• Tiene una característica aleta dorsal en forma de medialuna, que puede distinguirse desde lejos cuando sale del agua. En ciertas playas está el atractivo de avistar los delfines al amanecer, viéndose desde lejos saltar sobre el agua, a pocos metros de las costas.

Afortunadamente, el delfín mular es un delfín de amplia y cosmopolita distribución. Pueden encontrarse tanto en aguas tropicales hasta las templadas de todos los continentes. Por ejemplo, pueden verse en el mar Mediterráneo, Japón, Chile, Australia, California, México, Sudáfrica, mar Negro, Australia, entre muchos países y mares más Frecuentan las costas y bahías, sin adentrarse demasiado mar adentro.

Estos cretácicos son odontocetos, lo que quiere decir que son animales depredadores, y usan sus múltiples y afilados dientes para despedazar a sus presas, entre las que figuran peces pequeños, camarones y calamares. Su dieta puede variar según la región y la disponibilidad de alimento, pero suelen cazar en grupo para aumentar sus probabilidades de éxito.

El comportamiento del delfín nariz de botella es muy interesante. Son delfines muy inteligentes y curiosos, además de sociales. Son muy vocales, y emiten una gran cantidad de clicks y sonidos para comunicarse entre ellos. Incluso el sonido de sus cuerpos al estallar contra el agua cuando saltan se considera una forma de comunicación entre ellos.

Tienen muchas actitudes que van más allá de la supervivencia, y que nos invitan a considerar que hay seres vivos de inteligencia similar a la nuestra, por no decir superior. Por ejemplo, se les ha visto surfeando las olas por puro gusto, comportamiento ya observado por los griegos antiguos, o demostrando empatía, como impresionantes casos en donde ayudan a seres humanos en necesidad. Además de formar grupos entre ellos para visitar bancos de peces o de camarones, se les ha visto cazar en conjunto con ballenas.

También son curiosos con el humano, por lo que ha sido fácil entrenarlos para espectáculos, o incluso para terapias. Siempre y cuando sean conducidos con ética animal, estos encuentros pueden ser significativos para las personas, mientras crean conciencia sobre el cuidado a la vida silvestre.

Estos delfines se reproducen en la primavera, aproximadamente cada dos o tres años. Son animales vivíparos y mamíferos, lo que significa que los machos fertilizan a las hembras para que el desarrollo sea dentro de la madre. Este proceso dura cerca de un año, hasta que el delfín nace.

La madre le dará leche por otro año, y mientras la cría madura, será cuidado por un grupo de hembras compuesto por madres y abuelas. De ellas aprenderán a obtener alimento, a comunicarse, e incluso a reconocer los peligros de los mares.

Son animales comunes y abundantes, por lo que no están en peligro de extinción en términos generales, pero hay subpoblaciones que sí tienen un rango de preocupación:

• Mar Negro
• Mar Mediterráneo
• Golfo de México
• Sri Lanka
• Perú, Ecuador y Chile
• Taiwán
• Nueva Zelanda

Esto se debe a que los delfines suelen rondar cerca de zonas de actividad humana, en donde hay peligros de caza para consumo humano, para obtener subproductos como aceite o piel, para carne de carnada, para eliminarlos como supuesta competencia para la industria pesquera, o por quedar atrapados accidentalmente en redes.

También se ven afectados por la sobrepesca que los deja sin alimento, por el calentamiento global que eleva la temperatura del mar, o el derrame de líquidos tóxicos en los océanos.

• Pueden reconocerse en un espejo, algo que la mayoría de animales no puede hacer.
• Son más listos que un niño de año y medio.
• Se les ha visto usando a peces globo para obtener su neurotoxina para fines recreacionales^[1], en donde se pasan al pez globo en un grupo de varios delfines. Dado que no lo ingieren, se ha asumido que lo hacen para sentir un estado de trance por pura diversión.
• Pueden nadar a 28 kilómetros por hora, saltar a 6 metros de altura, y bucear a 300 metros de profundidad.
• Pueden vivir en simbiosis con las rémoras, que son peces que se adhieren en la parte inferior.
• Como otros mamíferos marinos, han perdido todo el pelo corporal. Pero las crías tienen en las mandíbulas pequeños pelitos de función sensorial, que pierden al crecer.
• ¿Cuánto vive un delfín mular? 25 años en promedio.
• Existen desde hace 13 millones de años, mucho más que el ser humano que existe apenas hace 300 mil años.

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