Hongos venenosos en Argentina

Hongos venenosos en Argentina

Aunque muchos hongos son apreciados en la gastronomía, en la naturaleza también existen especies que pueden resultar altamente tóxicas o incluso mortales. En Argentina, los hongos venenosos crecen tanto en áreas rurales como urbanas, especialmente en sitios donde la humedad y la materia orgánica abundan. Su identificación es fundamental para evitar intoxicaciones, ya que muchas veces su aspecto es similar al de especies comestibles. A continuación, desde EcologíaVerde te presentamos algunos de los hongos venenosos en Argentina más conocidos, como el hongo de la muerte (Amanita phalloides) y la falsa oronja (Amanita muscaria).

Oronja verde u hongo de la muerte (Amanita phalloides)

Originaria de Europa, la oronja verde u hongo de la muerte se ha dispersado ampliamente por América del Sur y hoy puede hallarse en diferentes regiones de Argentina, especialmente en la región pampeana. Posee un sombrero verde oliváceo, láminas blancas y un pie con una volva en la base. Es una de las especies más peligrosas para el ser humano y una mínima cantidad puede ser letal debido a que contiene amatoxinas, compuestos que atacan el hígado y los riñones. Los síntomas aparecen entre 6 y 24 horas después de la ingestión. Se confunde fácilmente con Agaricus campestris, un hongo comestible, lo que la convierte en la causa más común de intoxicaciones graves por hongos en el mundo.

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La pequeña dama de la muerte (Lepiota brunneoincarnata)

Lepiota brunneoincarnata es un hongo altamente tóxico y mortal de la familia Agaricaceae, con sombrero pardo rojizo de 2 a 10 cm y láminas blancas que se vuelven crema. Su pie, liso y escamoso, presenta tonos pardo rojizos en la base. Habita en zonas herbosas y bordes de senderos, fructificando principalmente en verano. Contiene amatoxinas, compuestos mortales que atacan el hígado y provocan vómitos, diarrea y daño hepático grave tras un período de incubación de 1‑3 días. En Argentina, se ha registrado un caso de intoxicación por Lepiota brunneoincarnata en la provincia de Mendoza, siendo este el primer caso conocido en el país.

Matamoscas o falsa oronja (Amanita muscaria)

Amanita muscaria, conocido comúnmente como matamoscas o falsa oronja, es uno de los hongos más icónicos y famosos por su sombrero de color rojo intenso con puntos blancos. Es originario del hemisferio norte, pero se ha naturalizado en zonas de la Patagonia y Córdoba, donde crece en asociación con pinos y eucaliptos. Al ser una especie micorrízica, crece asociada a las raíces de estos árboles, con los que intercambia minerales y agua por sustancias orgánicas.

Aunque raramente es mortal, contiene ácido iboténico y muscimol, sustancias que afectan el sistema nervioso central, generando confusión, delirio, alucinaciones, vómitos y diarrea. Los espasmos musculares son comunes, seguidos de somnolencia o coma después de 6 a 36 horas. El contenido de muscimol y ácido iboténico varía mucho según la estación y el origen de los hongos.

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Falsa amanita (Amanita pantherina)

Amanita pantherina, conocida como falsa amanita o amanita pantera, es un hongo tóxico originario del hemisferio norte que se ha registrado en algunas regiones templadas de Argentina, especialmente en bosques de pinos y eucaliptos. Presenta un sombrero marrón con pequeñas verrugas blancas, láminas blancas y un pie robusto con volva en la base y anillo prominente. Al igual que A. muscaria contiene ácido iboténico y muscimol, compuestos que afectan el sistema nervioso central, provocando confusión, alucinaciones, espasmos musculares, vómitos y diarrea. Rara vez es mortal. Se confunde fácilmente con especies comestibles del género Agaricus.

Champiñón amarillo (Agaricus xanthodermus)

Conocido como champiñón amarillo, Agaricus xanthodermus, es una especie originaria de Europa que se ha asilvestrado en distintas regiones de Argentina, donde suele aparecer en jardines, parques y céspedes. A simple vista puede confundirse con el champiñón comestible (Agaricus campestris), ya que posee un sombrero blanco y láminas que se oscurecen con la madurez. Sin embargo, se distingue fácilmente porque su carne se torna amarilla al tocarse o cortarse, especialmente en la base del pie, y emite un olor desagradable similar al fenol.

Aunque no es mortal, su consumo provoca fuertes molestias gastrointestinales como náuseas, vómitos, cólicos y diarrea. Su presencia en entornos urbanos lo convierte en una de las especies más peligrosas para recolectores inexpertos.

Champiñón grande (Agaricus placomyces)

Agaricus placomyces es un hongo nativo del hemisferio norte, identificado en Europa y América del Norte, donde crece en bosques con abundante materia en descomposición, especialmente en zonas con hojas, troncos y tocones de coníferas. Aunque no es nativo de Argentina, se han registrado ejemplares asilvestrados en ambientes similares de la región pampeana y zonas serranas.

El sombrero es blanco a grisáceo, con el centro más oscuro, de textura seca y a veces escamosa. Las láminas primero son rosadas y luego se oscurecen hasta volverse color marrón. El pie se amarillenta al cortarse o presionarse, una señal característica de su toxicidad, y desprende un olor intenso y desagradable, similar al fenol. Su ingestión provoca síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, cólicos y diarrea.

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Parasol falso (Chlorophyllum molybdites)

El hongo tóxico parasol falso posee una gran distribución a nivel mundial. Presenta un sombrero blanco con escamas parduzcas con su parte superior aplanada y su pie posee un anillo de doble filo. La ingesta de esta especie produce síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea. Por lo general se lo suele confundir con otras dos especies comestibles: Chlorophyllum rhacodes o Coprinus comatus.

Hongo de la risa (Gymnopilus junonius)

Gymnopilus junonius, conocido popularmente como hongo de la risa, es una especie de gran tamaño que presenta un sombrero anaranjado o pardo dorado con superficie escamosa. Crece sobre troncos, tocones o madera en descomposición, formando grupos vistosos. Está ampliamente distribuido en distintas regiones templadas del mundo, incluyendo América del Sur y puede encontrarse en bosques húmedos o zonas arboladas de Argentina.

Aunque en algunos países se lo asocia con compuestos psicoactivos, su consumo no es recomendable, ya que provoca efectos gastrointestinales y su toxicidad no está completamente estudiada. Además, su sabor es amargo y desagradable.

Seta engañosa (Entoloma sinuatum)

Entoloma sinuatum, conocida como seta engañosa, es un hongo altamente tóxico originario de Europa que se ha reportado en distintas regiones de Argentina, especialmente en ambientes boscosos y jardines con abundante materia orgánica en descomposición. Presenta un sombrero grande de color amarillento a verdoso, láminas densas que se tornan rosadas con la madurez y un pie robusto, firme y generalmente del mismo tono que el sombrero. Su ingestión provoca graves intoxicaciones gastrointestinales, con síntomas como vómitos, diarrea, dolor abdominal y, en casos severos, daño renal y hepático. Se confunde con algunos hongos comestibles del género Agaricus, lo que lo convierte en un riesgo importante para aquellas personas que no saben identificarlos claramente.

Cucumelo (Psilocybe cubensis)

Conocido popularmente como cucumelo, Psilocybe cubensis, es un hongo que se distribuye en regiones subtropicales y tropicales de América, incluyendo el norte y litoral de Argentina, donde crece sobre suelos ricos en materia orgánica y estiércol bovino. Su sombrero, de color pardo dorado a marrón amarillento, mide entre 2 y 8 cm de diámetro y presenta una superficie viscosa cuando está húmedo. Las láminas son oscuras, y el pie, blanco o amarillento, puede azularse al manipularlo debido a una reacción típica causada por la oxidación de la psilocibina.

Esta especie contiene psilocibina y psilocina, dos compuestos psicoactivos que afectan el sistema nervioso central, provocando alteraciones en la percepción, el estado de ánimo y la conciencia. Si bien no se considera mortal, su consumo puede generar intoxicaciones graves cuando se ingiere en grandes cantidades. En Argentina, el cucumelo es parte de la cultura popular y suele mencionarse en contextos recreativos o folclóricos, aunque su recolección y uso están regulados por la legislación nacional debido a sus efectos psicotrópicos.

Ahora que ya sabes cuáles son los hongos venenosos en Argentina, no te pierdas este vídeo con algunas curiosidades de los hongos que te sorprenderán.

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Bibliografía
  • Romano, G. M., Iannone, L. J., Novas, M. V., Carmaran, C. C., Romero, A. I., Lopez, S. E., y Lechner, B. E. (2013). Hongos causantes de intoxicación en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, Argentina.