Tormentas de verano: qué son, por qué se producen y cuánto duran

Las tormentas de verano son fenómenos meteorológicos intensos que suelen presentarse durante los meses más cálidos del año, especialmente en las tardes o noches. Se caracterizan por lluvias fuertes, truenos, relámpagos y, en ocasiones, ráfagas de viento o granizo. Aunque su duración suele ser breve, pueden ser bastante intensas y causar daños si van acompañadas de viento fuerte o precipitaciones muy abundantes en poco tiempo.

Este tipo de tormentas no son raras, especialmente en zonas donde el calor y la humedad se combinan con frecuencia. A muchas personas les sorprende lo rápido que se forman: el día puede empezar con sol y terminar con un cielo oscuro y una tormenta en pleno desarrollo. A pesar de su intensidad, en la mayoría de los casos no duran mucho, y después del paso de la tormenta, es común que el ambiente se sienta más fresco.

Las tormentas de verano se producen principalmente por el calor acumulado durante el día. Cuando las temperaturas son muy altas, el suelo se calienta y, a su vez, calienta el aire que está en contacto con él. Ese aire caliente sube rápidamente porque es más ligero que el aire frío. A medida que asciende, se encuentra con capas de aire más frías en la atmósfera, lo que provoca que el vapor de agua que contiene se condense y forme nubes grandes y densas, conocidas como cumulonimbos.

Este tipo de nubes puede crecer rápidamente y alcanzar alturas muy elevadas. Dentro de ellas se generan fuertes corrientes de aire ascendentes y descendentes, que provocan inestabilidad y dan lugar a lluvias intensas, rayos y truenos. Si las condiciones son favorables, también puede haber granizo o ráfagas de viento.

La clave de estas tormentas está en la combinación de calor, humedad y movimiento vertical del aire. Por eso son tan comunes en verano: hay más horas de sol, el suelo se calienta más y el aire tiene mayor cantidad de vapor de agua disponible. Todo esto crea el escenario perfecto para que, incluso en cuestión de minutos, se desate una tormenta repentina e intensa.

Las tormentas de verano suelen ser breves, pero intensas. En la mayoría de los casos, duran entre 15 minutos y una hora, aunque hay excepciones que pueden extenderse un poco más si las condiciones atmosféricas lo permiten. Lo común es que se formen rápidamente, descarguen con fuerza y desaparezcan en poco tiempo, dejando tras de sí un ambiente más fresco y húmedo.

Esta corta duración se debe a que el tipo de nubes que las genera, los cumulonimbos, tienen ciclos de vida relativamente rápidos. Una vez que el aire caliente ha subido, se ha condensado y ha liberado su energía en forma de lluvia, viento y rayos, la tormenta pierde fuerza y se disipa. Sin embargo, en algunas ocasiones, si el calor y la humedad persisten, pueden formarse nuevas tormentas poco después en zonas cercanas, lo que da la sensación de que la tormenta ha durado más de lo habitual.

Aunque sean pasajeras, estas tormentas pueden causar problemas localizados, como inundaciones puntuales, caídas de ramas o cortes de luz. Por eso, a pesar de su corta duración, es importante estar atentos cuando se avecinan, sobre todo si se está al aire libre.

Aunque estas tormentas suelen ser breves, pueden traer consigo varios riesgos que no deben subestimarse.

• Uno de los más comunes es la posibilidad de inundaciones repentinas, especialmente en zonas urbanas donde el agua no puede filtrarse fácilmente por el suelo. Una lluvia intensa en pocos minutos puede saturar el sistema de drenaje y provocar acumulaciones peligrosas de agua.
• Otro riesgo importante son los rayos. Las tormentas eléctricas de verano generan una gran cantidad de descargas, que pueden causar incendios, dañar estructuras o incluso poner en peligro la vida de las personas si no se toman precauciones. Estar en espacios abiertos, bajo árboles o cerca de objetos metálicos durante una tormenta puede ser muy peligroso.
• También es frecuente que vengan acompañadas de ráfagas de vientos fuertes, capaces de romper ramas, mover objetos sueltos o dañar techos y ventanas. En algunos casos, las tormentas incluyen granizo, lo que puede dañar cultivos, vehículos o incluso provocar lesiones.
• Además, los cortes de luz o fallos en las telecomunicaciones son efectos secundarios habituales cuando una tormenta afecta a una zona con fuerza.

Aunque muchas veces sorprenden por lo rápidas que se forman, hay varias medidas que se pueden tomar para protegerse durante una tormenta de verano:

• Evita estar al aire libre cuando hay rayos o truenos: si escuchas truenos, aunque el cielo todavía no se vea muy oscuro, es mejor buscar refugio de inmediato. Los rayos pueden caer incluso a varios kilómetros del centro de la tormenta. Evita campos abiertos, playas, montañas o cualquier lugar expuesto.
• No te refugies bajo árboles ni estructuras metálicas: aunque parezca una buena idea cubrirse bajo un árbol, es una de las peores opciones durante una tormenta eléctrica, ya que los árboles atraen los rayos. Lo mismo ocurre con postes metálicos, rejas o cualquier objeto conductor de electricidad.
• Busca refugio dentro de un edificio o un coche: los lugares cerrados son mucho más seguros. Si no tienes acceso a una casa o edificio, un coche con las ventanas cerradas también puede protegerte, ya que actúa como una jaula de Faraday que desvía la descarga eléctrica.
• Desconecta aparatos eléctricos: durante una tormenta, las descargas eléctricas pueden afectar la red eléctrica y dañar electrodomésticos. Para evitar daños, es recomendable desconectar los aparatos más sensibles.
• Evita actividades acuáticas: ni piscinas, ni lagos, ni el mar: el agua es un excelente conductor de electricidad. Si estás nadando o practicando deportes acuáticos, sal del agua inmediatamente en cuanto veas señales de tormenta, aunque parezca lejana.

¿Siempre hace calor durante una tormenta de verano?

No necesariamente. Aunque suelen formarse con temperaturas altas, durante la tormenta la temperatura puede bajar debido a la lluvia y el viento.

¿Qué diferencia hay entre una tormenta eléctrica y una tormenta de verano?

Una tormenta eléctrica es aquella que incluye actividad eléctrica, es decir, rayos y truenos. En cambio, el término "tormenta de verano" se refiere a la estación en la que ocurre, no al tipo específico de tormenta. Las tormentas de verano pueden ser eléctricas, pero también pueden manifestarse con lluvias intensas, granizo o rachas de viento, sin rayos visibles.

¿Es peligroso usar aparatos eléctricos durante una tormenta?

Sí, se desaconseja el uso de aparatos eléctricos durante una tormenta eléctrica, especialmente si hay rayos cerca. Las descargas pueden provocar sobretensiones que dañen los electrodomésticos o, en casos extremos, causar accidentes. También se recomienda evitar ducharse o manipular agua corriente, ya que las tuberías pueden conducir la electricidad si un rayo cae cerca.

¿Pueden formarse tornados en una tormenta de verano?

Sí, aunque no es lo más común. Algunas tormentas intensas pueden generar tornados o mangas de agua si se dan condiciones atmosféricas muy inestables.

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