Caqui: propiedades, beneficios, cómo comerlo y contraindicaciones

El caqui es una bondadosa fruta que aparece en invierno, dándonos la oportunidad de beneficiarnos de sus nutrientes en esta época del año donde no suelen abundar las frutas. Entre sus propiedades tenemos las siguientes:

• Antiinflamatorias
• Maculoprotectoras
• Cardioprotectoras
• Digestivas
• Antimicrobianas
• Inmunoestimulantes

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Derivadas de las mencionadas propiedades, podemos aprovecharlo para obtener varios beneficios. Revisémoslos a continuación.

Proteger el corazón

El caqui es rico en flavonoides, y estos tienen una función antioxidante, que es especialmente benéfica para el corazón. Ayudan a reducir la presión arterial elevada que puede causar ataques cardíacos, regula el colesterol malo, y previene inflamación cardíaca, también por su contenido de fibra soluble.

El caqui no debe comerse únicamente por personas que padezcan del corazón, sino que debería implementarse regularmente para que tenga un carácter preventivo. Esto es un ejemplo de cómo la variedad en la alimentación es vital para obtener los diferentes nutrientes de la mayor cantidad de frutas y verduras disponibles.

Iluminar y dar vida a la piel

Hay un efecto incomparable que ninguna crema o tratamiento facial puede copiar, y es el brillo natural que manifiesta alguien que está consumiendo vitamina A natural con regularidad. Esta vitamina no proviene directamente del caqui, sino que más bien tiene betacarotenos, que son los que le dan ese característico color naranja rojizo, y estos son los que después nuestro cuerpo modifica a vitamina A. El resultado es una vitamina biocompatible al ser autofabricada, y de gran calidad.

Así, el caqui nos ayudará a tener una piel luminosa desde dentro, acelerar la renovación celular para casos de manchas o heridas, y desinflamar en casos de acné o mala cicatrización.

Protegen los ojos

La vitamina A también es vital para mantener una buena salud ocular, ayudándonos así el pérsimo a evitar cataratas o anomalías en los ojos, especialmente las que se derivan de la edad avanzada. Además, ayudan a reducir la presión ocular que puede derivar en glaucoma.

Alivia infecciones estomacales

El caqui ha sido utilizado desde hace siglos en la medicina tradicional para tratar diversas enfermedades, especialmente las de origen bacteriano.

Es muy útil para tratar malestares estomacales causados por comer en lugares poco higiénicos. También sirve para aliviar a niños, recomendado a padres que buscan alternativas diferentes a los antibióticos. Tiene capacidad de eliminar 800 diferentes bacterias, lo que es bastante. Cabe mencionar que esta fruta no pretende ser usada como sustituto total en casos severos en los que se debe consultar a un médico.

Combate la inflamación crónica

La inflamación persistente es de preocuparse, porque puede desarrollar enfermedades graves como la artritis, asma, diabetes, Parkinson, entre otras causas, principalmente por causas ambientales. Es importante mantener al cuerpo bien sano antes de que pase a inflamación crónica, porque esta puede dañar tejidos y volver más difícil al alivio.

Reduce problemas respiratorios

Gracias a sus propiedades antiinflamatorias, ayuda en casos crónicos respiratorios como el asma, pero también en problemas bacterianos como la gripe aviar. También previene estas enfermedades gracias a su cantidad de vitaminas, que estimulan al sistema inmune para estar listo para enfrentar posibles ataques bacterianos o víricos.

Es importante que comas el caqui solamente cuando esté completamente maduro, porque cuando está aunque sea un poco inmaduro, el sabor amargo será muy fuerte por la cantidad de taninos. Estos varían según el tipo de caqui, pero para no errar lo mejor es que esperes a que estén bien rojos con todas las variedades antes de comerlos.

La forma más fácil y más nutritiva es comerlos crudos. Una sola pieza tiene alto contenido de vitamina B, magnesio, fósforo y vitamina A, así que puedes consumirla en este formato sin tener que complicarte tanto. Puedes, y se recomienda, comer con todo y cáscara que aporta fibra. Eso sí, hay que lavarla bien antes de comer.

Puede comerse también en mezclas más creativas como:

• En bowls con yogur y semillas.
• En batidos combinando con otras frutas como manzana o pera.
• En puré para integrar en tartas o empanadas dulces.

Al comer caquis todos los días, puedes esperar tener una piel brillante y sana. Tu corazón batallará menos y te cansarás también en menor medida. Todos tus órganos se desinflamarán y tendrán menos riesgo de padecer enfermedades de este tipo.

Por otro lado, ten en cuenta que si comes demasiados caquis, tu piel podría ponerse naranja porque los carotenos se irán acumulando, y podrías tener un efecto laxante. Si te atienes a la medida de una pieza por día, será más que suficiente y no tendrás riesgos extremos.

• El caqui puede causar efecto laxante, así que hay que consumirlo con moderación.
• Está contraindicado en personas con anemia ferropénica, porque los taninos del caqui pueden prevenir la absorción del hierro. Si se quiere comer, hay que hacerlo hora después de comer para asegurarse de que el cuerpo ya asimiló el hierro.
• Finalmente, puede ser algo irritante para personas con gastritis, especialmente si no está muy maduro.

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