Escala de Beaufort: qué es, para qué sirve y tabla

La escala de Beaufort es una herramienta que se utiliza para medir la fuerza del viento según sus efectos visibles, tanto en la superficie del mar como en la tierra. Fue creada a comienzos del siglo XIX por el almirante británico Francis Beaufort, con el objetivo de que los marineros pudieran describir de forma más precisa las condiciones del viento sin necesidad de instrumentos.

Esta escala va del 0 al 12, donde cada número representa un rango de velocidad del viento y los efectos que produce. Por ejemplo, el nivel 0 corresponde a una calma total, con el mar liso como un espejo y el humo subiendo verticalmente, mientras que el nivel 12 describe un huracán, con vientos extremadamente fuertes que pueden causar daños severos.

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La escala de Beaufort sirve principalmente para describir la intensidad del viento de manera clara y comprensible, sin depender únicamente de mediciones técnicas. Su mayor ventaja es que traduce las velocidades del viento en efectos visibles sobre el entorno, lo que permite estimar su fuerza incluso sin instrumentos especializados.

Entre sus usos más habituales, destacan los siguientes:

• Navegación marítima: los marineros y pescadores la utilizan para valorar las condiciones del mar antes de zarpar o durante la travesía. Cada nivel de la escala indica cómo se comportarán las olas y si es seguro continuar navegando.
• Meteorología: los servicios meteorológicos emplean la escala para comunicar la fuerza del viento en informes y pronósticos, facilitando que la población entienda mejor la información sin necesidad de conocer los valores exactos en kilómetros por hora.
• Actividades al aire libre: también resulta útil para deportistas, excursionistas o pilotos de drones, ya que ayuda a determinar si las condiciones son adecuadas o demasiado ventosas para realizar una actividad.

La escala de Beaufort funciona asignando un número del 0 al 12 según la velocidad del viento medida en nudos (1 nudo equivale aproximadamente a 1,85 km/h) y los efectos visibles que ese viento produce sobre el mar o en tierra. Vamos a ver con más detalle cada uno de los niveles del 0 al 12, sus velocidades y las características más destacadas:

• 0. Calma (< 1 nudo): No hay viento y el agua se comporta como un espejo.
• 1. Ventolina (1–3 nudos): El viento apenas se nota. El humo se mueve ligeramente, pero las veletas apenas reaccionan. En el mar se forman pequeñas ondulaciones sin espuma.
• 2. Brisa muy ligera (4–6 nudos): Se percibe en el rostro y mueve suavemente las hojas de los árboles. En el mar, las olas son pequeñas y todavía no rompen.
• 3. Brisa ligera (7–10 nudos): Las hojas y ramas pequeñas están en continuo movimiento. En el mar aparecen pequeñas olas con crestas que comienzan a blanquear.
• 4. Brisa moderada (11–16 nudos): El viento levanta polvo y papeles sueltos; las ramas más finas se mueven. En el mar, las olas se hacen más grandes y las crestas son más frecuentes.
• 5. Brisa fresca (17–21 nudos): El viento mueve los árboles pequeños y puede sentirse cierta resistencia al caminar contra él. En el mar, las olas aumentan de tamaño y el rocío comienza a formarse.
• 6. Brisa fuerte (22–27 nudos): Las ramas grandes se balancean y las sombrillas o toldos pueden moverse con fuerza. En el mar, las olas se vuelven grandes y las crestas se extienden en forma de espuma.
• 7. Viento fuerte (28–33 nudos): Los árboles se agitan completamente y resulta difícil caminar contra el viento. En el mar, se forman olas muy grandes con espuma que se arrastra en la dirección del viento.
• 8. Temporal moderado (34–40 nudos): Las ramas pueden romperse y caminar se vuelve muy complicado. En el mar, las olas son altas y las crestas se rompen con fuerza, generando espuma abundante.
• 9. Temporal fuerte (41–47 nudos): Se producen daños menores en construcciones y árboles. En el mar, las olas alcanzan gran altura y el rocío reduce la visibilidad.
• 10. Temporal duro (48–55 nudos): El viento causa daños considerables en estructuras y árboles. En el mar, las olas son muy grandes y se observan crestas blancas por todas partes.
• 11. Temporal muy duro (56–63 nudos): El viento provoca destrozos importantes. En el mar, las olas alcanzan alturas impresionantes, con crestas que se rompen violentamente y espuma que cubre gran parte de la superficie.
• 12. Huracán (64 a más nudos): El viento alcanza su máxima intensidad, con destrucción generalizada. En el mar, las olas son enormes y el aire está lleno de espuma y rocío, haciendo casi imposible la visibilidad. Aquí podrás leer sobre los Huracanes: qué son, cómo se forman y categorías.

La tabla muestra los niveles de la escala de Beaufort, que van del 0 al 12, junto con la denominación del viento, su velocidad en kilómetros por hora (km/h) y en nudos, además de los símbolos utilizados para comprender los efectos observables en el mar.

Cada nivel indica un rango de velocidad del viento y describe cómo cambia la superficie marina a medida que aumenta la intensidad. Por ejemplo, el nivel 0 (Calma) representa un mar completamente liso, mientras que el nivel 12 (Temporal huracanado) corresponde a un viento extremadamente fuerte que genera olas enormes y espuma en el aire.

Los símbolos ayudan a identificar visualmente la fuerza del viento en mapas meteorológicos, y las denominaciones como “Ventolina” o “Temporal fuerte” facilitan su uso práctico en navegación y meteorología. La tabla permite relacionar la velocidad del viento con sus efectos visibles, ofreciendo una referencia clara para evaluar las condiciones marítimas y atmosféricas.

La diferencia principal entre la escala de Beaufort y el anemómetro está en cómo se mide el viento y en el tipo de información que ofrecen.

La escala de Beaufort es un método de observación visual. No requiere instrumentos, sino que se basa en los efectos que el viento produce sobre el mar, los árboles, el humo o los objetos. Por ejemplo, si las hojas se mueven suavemente, se puede estimar un nivel 2 o 3; si los árboles se doblan y es difícil caminar, puede tratarse de un nivel 7 o más. Es una forma cualitativa, es decir, describe lo que se ve.

El anemómetro, en cambio, es un instrumento de medición que calcula la velocidad exacta del viento en unidades como nudos, kilómetros por hora o metros por segundo. Puede tener distintas formas (de cazoletas, de hélice o ultrasónico), pero todos funcionan con el mismo objetivo, que es obtener un valor numérico preciso.

En este otro artículo puedes conocer más sobre el Anemómetro: qué es, para qué sirve y cómo funciona.

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