Plagas y enfermedades de las hortensias: nombres y cómo tratarlas

Esta es una plaga muy común en las hortensias, y se identifica por ser cochinillas pequeñas de apariencia harinosa o algodonosa. Se pegan al reverso de las hojas y a los tallos para succionar la savia, hasta debilitar a la planta.

Suelen aparecer en verano, con cascarones cerosos de huevos pegados a la planta, y este es el momento ideal para realizar el control de esta plaga. Remueve todos los cascarones verduzcos o pardos que encuentres. Si ya están en etapa avanzada con adultos establecidos, aplica vinagre diluido o alcohol metílico, lo que las asfixiará.

Si la planta ya está gravemente plagada, lo mejor será cortar las partes plagadas o, si está enteramente plagada, deshacerte de ella para que no lleguen a más plantas que tengas en casa. Para prevenirlas, procura revisar siempre las plantas que traigas a casa, buscando posibles plagas. Esto ayudará a que no se propaguen en tu jardín.

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Esta es una enfermedad de origen fúngico que puede manifestarse en las hortensias como un polvo blanquecino adherido a las hojas, tallos e incluso en flores.

Los hongos se asientan de forma superficial sobre los tejidos de los que se alimentan, causando un crecimiento muy lento que puede verse como hojas o flores enanas, e incluso en hojas distorsionadas que crecen torcidas o enroscadas. En ocasiones, las manchas de polvillo blanco pueden no ser tan perceptibles y, en cambio, se pueden ver decoloraciones en las hojas en tonos amarillos o incluso morados.

Para evitar esta enfermedad es sumamente importante tener buena higiene en el jardín, lo que implica remover hojas muertas, tener buena aireación entre plantas, limpiar herramientas y eliminar plantas con plagas o enfermedades. Coloca la planta bajo buena luz, con un sustrato aireado, evita regar sobre las partes aéreas, y verás que no crecerán hongos.

Si tu hortensia ya contrajo oídio, puedes tratarlo con azufre, sulfato de cobra, bicarbonato, etc., pero si está en fase muy avanzada, debes eliminar la planta para evitar que las esporas se propaguen a otras. En este enlace puedes conocer más sobre Cómo combatir el oídio con remedios caseros.

Son pequeños insectos de aproximadamente 5 milímetros, de color verde, amarillos, rojos, etc., que pueden pasar desapercibidos fácilmente y provocar una plaga en tus hortensias y otras plantas. Se dedican a succionar la savia de la planta, y lo que excretan es una sustancia azucarada que facilita el asentamiento de hongos y bacterias dañinas para la planta. También pueden transmitir virus vegetales.

Sus partes favoritas para asentarse son los botones florales de las hortensias, los brotes tiernos y el reverso de las hojas recién emergidas, así que búscalos ahí. Como síntomas pueden observarse un crecimiento distorsionado de las hojas de hortensia, así como debilitamiento y manchas foliares, aparte de poder verlos a simple vista.

Se recomienda tolerarlos dentro de lo posible porque rara vez matan a la planta, y son parte de una cadena trófica sana en tu jardín, ya que otros insectos, como las mariquitas, se los comen. Pero si consideras que son demasiados, la mejor forma para eliminarlos es usar unos guantes y, con cuidado de no dañar la planta, retirarlos con tus dedos.

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Esta es otra enfermedad fúngica, causada por hongos del género Botrytis. Se manifiesta como pelillos blancos a grises sobre la planta, hasta ir matando partes de la planta, o incluso matarla entera.

Se presenta especialmente cuando tienes a tu hortensia en invernadero, en donde mucha humedad se acumula, o cuando tu planta tiene lesiones. También es común que se desarrolle cuando después de periodos muy secos se pasa a periodos muy húmedos, así que lo mejor para prevenir esta enfermedad es proveer un riego bien calendarizado para que sea constante y acorde a las necesidades de la hortensia, que debe mantener el suelo húmedo, pero jamás encharcado. Otro consejo es regar por la mañana temprano o por la noche, para evitar el agua que se levanta por evaporación durante las horas de más calor.

Como en el caso anterior de enfermedad fúngica, es muy importante que mantengas buena higiene en tu jardín o donde tengas a tu hortensia, para reducir la probabilidad de que se asienten hongos patógenos. Si ya está asentado en tus hortensias, lo mejor es que hagas un tratamiento antifúngico en las zonas afectadas o que cortes las partes más afectadas. Si la planta está demasiado plagas e, incluso, la ves sin tallos fuertes, lo mejor es que la elimines, así como la tierra.

Esta plaga son insectos con la típica forma de una chinche: con cuerpo triangular y cabeza pequeña. Son muy frecuentes en las hortensias, en donde se comen las puntas de las partes jóvenes que están en crecimiento, dejando orificios marrones.

Esto causa que los botones florales no terminen de brotar, y si lo llegan a hacer, florecen irregularmente. También sucede lo mismo en los tallos: al ser comidos, las hojas o tallos aún jóvenes se ven atrofiados y crecen torcidos.

La mejor forma de tenerlos bajo control es introducir depredadores naturales a tu jardín, como pueden ser aves o escarabajos. Procura tener un jardín vivo para que estos lleguen por sí solos, lo que implica evitar el uso de pesticidas, así como tener agua y un poco de alimento disponible para las aves. Si no te queda más opción, puedes usar insecticidas, mejor si son ecológicos.

Para prevenir a estas chinches, retira todas las malas hierbas de tu jardín, porque las consumen como plantas de reserva. Elimina también aquellas que ya no estén vivas, los restos de plantas, pues suelen hibernar ahí.

Esta es una polilla que usa las hojas de hortensia para pasar su tiempo de reposo de pupa. La especie es Olethreutes ferriferana, y daña a la planta porque usa sus hilos de seda para encerrarse dentro de su crisálida, arropada por la hoja de hortensia.

También es dañina en la etapa de oruga previa a la crisálida, porque se come a mordiscos las hojas de hortensia, pero además, secreta una toxina que necrosa los tejidos, es decir, los vuelve negros y los mata.

No suelen asentarse demasiadas para que representen un riesgo, pero si llegas a verlas constantemente o que sean más de 3, considera tomar acción. Cuando veas las crisálidas, orugas u hojas enrolladas, remuévelas de inmediato para evitar que se asienten más individuos sobre tu hortensia. Al ser polillas voladoras, no hay mucho que podamos hacer para evitar que lleguen a nuestro jardín, más que estar atentos a cuando hagan las crisálidas.

Ahora que conoces mejor las plagas y enfermedades de las hortensias, te recomendamos leer también los Cuidados de las hortensias.

Imagen: iNaturalist México. (c) Debbie Johnson.

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