Polos magnéticos: qué son, cuáles son, su influencia y su diferencia con los geográficos
Los polos magnéticos son los puntos de la Tierra hacia donde se orientan las líneas de su campo magnético. Existen dos: el Polo Norte Magnético, actualmente desplazándose del Ártico canadiense hacia Siberia, y el Polo Sur Magnético, ubicado en la Antártida. Su movimiento se debe al hierro fundido del núcleo terrestre. Influyen en la navegación, ya que las brújulas se alinean con ellos, y en fenómenos como las auroras. A diferencia de los polos geográficos, que son fijos y marcan el eje de rotación, los magnéticos cambian constantemente. Aprende todo sobre qué son los polos magnéticos, cuáles son, su influencia y su diferencia con los geográficos, en este post de GEOenciclopedia.
¿Qué son los polos magnéticos de la Tierra y cuáles son?
Los polos magnéticos de la Tierra son los puntos en la superficie terrestre hacia donde apuntan las líneas del campo magnético que rodea nuestro planeta. A diferencia de los polos geográficos, que son fijos y marcan el eje de rotación, los polos magnéticos cambian con el tiempo debido al movimiento interno del planeta.
Se reconocen dos polos magnéticos principales:
Polo Norte Magnético
- Ubicación aproximada: se encuentra en el Ártico, actualmente cerca de Canadá y desplazándose hacia Siberia.
- Desplazamiento: avanza a una velocidad de unos 40 a 55 kilómetros por año. En el pasado estaba más cerca de Groenlandia, pero en las últimas décadas se ha movido con rapidez.
Polo Sur Magnético
- Ubicación aproximada: está situado en la Antártida, aunque no coincide exactamente con el Polo Sur geográfico.
- Desplazamiento: su movimiento es menos acelerado que el del norte, pero también varía constantemente por la dinámica interna del planeta.
Este carácter móvil es lo que hace que la brújula no apunte exactamente al norte geográfico, sino al norte magnético, generando un ángulo conocido como declinación magnética.
¿Por qué se mueven los polos magnéticos?
Como aprendimos en el apartado anterior, los polos magnéticos están en movimiento. Ahora bien, si nos adentramos en el porqué, encontraremos la respuesta en el corazón mismo de la Tierra. Bajo la corteza y el manto, se encuentra el núcleo externo, compuesto principalmente de hierro y níquel en estado líquido.
Este núcleo no es estático: presenta movimientos de convección generados por el calor interno del planeta. Dichas corrientes de hierro fundido se comportan como un gigantesco generador eléctrico. Este proceso, llamado geodinamo, es el que da origen al campo magnético terrestre.
Cuando el hierro líquido se mueve, arrastra consigo cargas eléctricas que producen corrientes. Estas corrientes, a su vez, generan el campo magnético. Sin embargo, como el movimiento del hierro no es uniforme, el campo resultante tampoco es estable. Por eso los polos magnéticos se desplazan con el tiempo, a veces de forma lenta y otras de manera más acelerada, como ocurre en la actualidad con el Polo Norte Magnético.
¿Cómo influyen los polos magnéticos en la vida diaria?
El campo magnético de la Tierra, con sus polos como referencia, es esencial para la vida tal como la conocemos. Sus efectos se manifiestan en varios aspectos de la vida cotidiana y científica. A saber:
- Navegación con brújula: la brújula funciona porque su aguja imantada se alinea con el campo magnético terrestre. Esto permite a los viajeros, exploradores y marineros orientarse. Sin embargo, como el norte magnético no coincide con el norte geográfico, es necesario conocer la declinación magnética de cada lugar para una orientación precisa.
- Protección contra la radiación solar: el campo magnético actúa como un escudo que desvía gran parte de las partículas cargadas que provienen del Sol. Sin esta protección, la radiación dañina afectaría gravemente la atmósfera y las condiciones para la vida.
- Auroras boreales y australes: aquí surge la pregunta: ¿qué relación tienen los polos magnéticos con las auroras? La respuesta es directa: las auroras ocurren cerca de los polos porque allí el campo magnético concentra las partículas solares que logran penetrar la atmósfera. Al chocar con la atmósfera, producen esos espectáculos luminosos de colores verdes, rojos y violetas que admiramos en los cielos polares.
¿Qué pasa si se invierten los polos magnéticos?
El campo magnético terrestre no solo se desplaza, también ha cambiado de polaridad en el pasado. Es decir, los polos norte y sur magnéticos se han invertido en múltiples ocasiones a lo largo de la historia geológica. Los estudios de rocas volcánicas muestran registros de estas inversiones, llamadas reversiones geomagnéticas. La más reciente ocurrió hace unos 780.000 años.
¿Qué pasaría si ocurriera una inversión en la actualidad?
- Impacto en la brújula: la aguja apuntaría en dirección contraria, por lo que todas las referencias de navegación deberían recalibrarse.
- Cambios en la declinación magnética: habría zonas donde la orientación resultaría muy confusa durante la transición.
- Efectos en la tecnología: los satélites y sistemas de telecomunicaciones podrían experimentar interferencias, ya que el campo magnético se debilitaría temporalmente durante la inversión.
- Protección frente al Sol: aunque no desaparecería del todo, el escudo magnético se reduciría, aumentando la vulnerabilidad de la Tierra a las tormentas solares.
Es importante aclarar que estas inversiones ocurren de forma gradual, en miles de años, y no implican un desastre inmediato para la vida en la Tierra.
¿Cuál es la diferencia entre los polos magnéticos y geográficos?
La diferencia entre los polos magnéticos y los polos geográficos radica en su naturaleza y función.
- Polos geográficos: son los puntos fijos en la superficie terrestre que marcan el eje de rotación del planeta: el Polo Norte Geográfico, situado en el Océano Ártico, y el Polo Sur Geográfico, ubicado en la Antártida. Estos polos no cambian de posición y son la base de la cartografía y la orientación en términos de latitud y longitud.
- Polos magnéticos: son los puntos hacia los que se dirigen las líneas de fuerza del campo magnético de la Tierra. A diferencia de los geográficos, no son fijos: se desplazan con el tiempo debido al movimiento del hierro fundido en el núcleo externo terrestre. Actualmente, el Polo Norte Magnético se encuentra en el Ártico, desplazándose desde Canadá hacia Siberia.
Esta diferencia tiene consecuencias prácticas: una brújula no apunta al norte geográfico, sino al magnético, generando un ángulo denominado declinación magnética que debe corregirse para una orientación precisa.
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- Valdivia, L. M. A. (1996). Propiedades geofísicas de la tierra (Vol. 10). Plaza y Valdes.
- Geuna, S. (2019). Paleomagnetismo: Lo que las rocas saben (y cuentan) sobre el campo magnético de la Tierra. Temas de Biología y Geología del NOA, 9(2), 45-54.
